Lunes:
Hoy
me he levantado en medio del desierto donde creía que me había
acostado, pero en realidad, estaba cerca de una ciudad que me
resultaba conocida. Pronto me di cuenta de que se parecía a mi
querida Alejandría. Poco después me di cuenta de que no se parecía
nada. Tenía: altos edificios, la gente vestía muy diferente a lo
habitual... Y hablaban por un aparato como el que vi ayer.
La
gente no parecía feliz. Estaban muy serios, no como acostumbraba a
ver. Cuando se cruzaban conmigo me miraban raro y los niños se
reían.
Cuando
el sol empezó a ocultarse, decidí buscar una posada donde
hospedarme aquella noche que presagiaba ser fría. Pero en el momento
que entré en aquellos altos edificios, un hombre vestido de rojo me
echó. Pero una mujer se apiadó de mí. Me dio un sitio donde
alojarme y ropa nueva.
Martes:
La
mujer que anoche me dio cobijo me despertó muy temprano. Me hablaba
con palabras que no entendía. Era una forma de comunicación muy
extraña, como si fuera de otro planeta. Luego se dio cuenta que no
conseguía descifrar sus palabras y decidió cambiar su entonación a
una mas antigua, que ya conseguí entender. Poco después, me dijo
que de dónde venía. Yo le dije que de Alejandría, y le pregunté
dónde estábamos. La mujer me dijo que estaba en El Cairo en el año
1984. También me preguntó cuántos años tenía. Yo le dije que
tenía 5500, calculando aproximadamente usando el año en el que
estaba y en el que nací.
Ella,
al ver que me encontraba desorientado, se ofreció a enseñarme la
ciudad y a alojarme en su casa. También me daría dinero por hacer
tareas en su casa, hasta que consiguiera trabajo y una casa para
vivir.
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